La previa a mi película
Por Panchi Galarce
El gran éxito de 7 cajas me
hizo ser aproximadamente el espectador número 100.001 en verla, cosa que como
amante de las artes y del cine no me agradó mucho, pero ese no es el punto.
No se preocupen que no voy
a volver a hablar de lo bien hecha que está la película, ni cómo revolucionó
las taquillas para convertirse en nuestra película de moda. No.
Si bien es cierto que el
arte nacional en general está creciendo a buenos pasos hay otras áreas que
sinceramente dan pena.
Pagamos por nuestras
entradas, llegamos a la sala, nos acomodamos esperando ver la buena película
que esperamos ver y nos enchufan 20 minutos de un increíble bodrio
publicitario.
Cooperativas, centros de
salud, aseguradoras, hoteles y lo único que nos faltaba: Propaganda política.
Aparte de ser cosas que no
queremos ver, mi queja no radica exclusivamente en eso, sino en lo mal hechas
que están. ¿Quién quiere ver malos actores como previa a lo que pagaste? ¿Quién quiere ver malas animaciones? ¿Quién
quiere ver la cara sonriente con photoshop de Horacio Cartes antes de ver
cualquier película?
Pienso: si es que los cines
quieren recaudar más que al menos tengan una exigencia de calidad, ¿no? ¡Estamos
hablando de la pantalla grande!
Yo lo máximo que quiero ver
antes de mis películas son los trailers, no sé ustedes.
Lo que nos merecemos como
consumidores después de la cara mal hecha de buen tipo de Horacio Cartes es que
al menos nos bajen los precios a la mitad. Y no odio sólo la propaganda de
Melcha y HC, odio también al gordito que sale como si fuera que están en una
reunión en la cooperativa, haciendo anotaciones sonrientes, o al tipo que se
tira del edificio y sale un intento de dibujo de paracaídas, o al tipo que le
canta una canción a su pobre hija Sol. Les odio a todos. Basta.
Y vean 7 cajas, por favor.
Está genial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario